El dildo, los consoladores y los vibradores: Qué son, en qué se distinguen, cuál elegimos

En fin, llegue a casa de mi tía y todo iba normal, en aquellos meses pasaba el día entre chats hots, viendo Netflix, y un poco de porno para masturbarme antes de dormir o cuando me provocaba a cualquier hora del día, cabe destacar que soy lesbiana y tengo 22 años. Mi tía siempre ha sido liberal, es la típica mujer que le gusta siempre andar de fiestas y desde que tengo uso de razón siempre se ha vestido muy bien y es muy putita en su caminar, tiene un cuerpo de infarto pues nunca tuvo hijos y pues a sus 48 años se ve genial tiene las tetas y un culazo hermoso operado, no puedo negar que varias veces me he masturbado pensando en su hermoso cuerpo. Cierto día limpiando unos estantes para retirar el polvo me encontré una llave, cabe destacar que mi tía había dejado su habitación cerrada y yo dormía en el otro cuarto que si estaba libre. Ese día pensé en verificar que puerta abría esa llave. Mi mayor sorpresa fue cuando fui a su habitación y pues la llave coincidió en su cerradura. Entre a su cuarto y desde ese día me mude a dormir a esa gran cama con sabanas de seda que la muy putita de mi tía tenía en su cuarto.

Maca es asombrosa. Desde el primer contacto te aclara que la cola no. En mi caso eso no me importa. Tiene una onda excelente. El cuerpo es tal cual las fotos. Y lo que le pedis no tiene problema.

JENNY: Depués de la conferencia, drew fue a hablar con john hablando y decidi reunir el valor suficiente para preguntarles si ibamos a tomar un café. Compré uno de los libros de john y mee dirigi hacia el estrado para pedirle que me lo firmara. Lo cierto es que no me importa la firma, solamente quería acercarme a drew. JENNY: Bueno, pues mientras John me dedicaba y firmaba el libro, drew y yo nos miramos, pero ninguno tuvo el suficiente valor de pedirle el numero de telefono al otro. DREW: No habia conseguido aprender a pedir un telefono de una manera que no quedara fatal.